Este proyecto se concibe como un mundo en miniatura, adaptado a los niños. La distribución de salas por edades se traduce en una gama de colores elegida según los ritmos necesarios para su confort, gamas más frías y sosegadas para los más pequeños, gamas cálidas para las edades más activas. Materiales saludables y resistentes, a la vez que blanditos, para proteger de las caídas. Puertas y ventanales que comunican visualmente a la altura de los ojos de las profesoras, paredes para ser pintadas a la altura de los niños. Los detalles son en realidad los diferenciadores de este proyecto: puertas que nunca pueden pillar dedos, camas de enanitos que se despliegan para la siesta, o dinosaurios con una cola tobogán.
año: 2008 / localización: Madrid, España / diseño: Ángela Ruiz, Atipical / sup construida: 400 m2