
CasaMandM: rehaBIOlitación y diseño bioclimático
Una bodega convertida en vivienda unifamilar.
La casa MandM es la rehabilitación de unas antiguas bodegas y almacenes construidos a principios del siglo XX (1930), en desuso desde hace más de 10 años, en Toledo. Las bodegas de vino estaban enclaustradas entre muros de piedra, desprovistas de luz solar. La parcela linda con calles al sur y al este, pero con un desnivel respecto a la calle de entre 2 y 4 metros, por lo que quedaba toda la edificación enterrada a la mejor orientación.
La vivienda es la segunda residencia de una pareja con un hijo, que tenían el sueño de toda la vida de poder tener su casa en el pueblo donde se conocieron, un precioso pueblo a la ladera de una montaña donde la piedra es el material más abundante y con el que se habían construido la mayoría de las casas.
Captando luz y energía solar
Al convertirse en vivienda, el proyecto se inició desplegando el ala de cubierta existente, transformando la cubierta tradicional de dos aguas, en dos aguas invertidas, abriendo todo un frente captador de luz y energía solar hacia la orientación sur, consiguiendo una captación máxima como primer paso para ser una vivienda bioclimática pasiva.
El gran frente se configura con una serie de ventanas verticales que siguen un ritmo modular y disponen de unas contraventanas que, al desplegarse, protegen al vidrio de la incidencia solar directa en verano, permitiendo su entrada en invierno; cumplen la función de regulación bioclimática de protección solar.
Estas contraventanas funcionan a modo de párpados mediante unas bandas de madera de cedro, tratadas con la técnica tradicional japonesa Sousugiban con una relectura contemporánea. Esta técnica consiste en incinerar la capa más superficial de la madera como tratamiento ignífugo, antifúngico y con protección frente a xilófagos. Una vez quemada, se trata con un aceite de árbol de Tung.
La cubierta se invierte, de forma que la segunda ala de la cubierta, al norte, se orienta al sur para permitir la colocación de paneles solares embebidos bajo las lajas de pizarra, funcionando como acumuladores de radiación solar.
Los muros de piedra se transforman en acumuladores térmicos y distribuidores de calor con un sistema de muro radiante, con circulación de agua caliente calculado para mantener una temperatura estable de la vivienda durante todo el año; el sistema está conectado a los paneles solares bajo teja y a una caldera de GLP.
Respetando lo existente
La distribución se pensó de manera que se respetara al máximo lo existente: los muros de piedra, y se pusieran en valor. La espina dorsal se utiliza de pasillo distribuidor, la habitación con menor iluminación sería la destinada a los padres, que la utilizarían sólo para dormir, mientras que la habitación del chico se haría amplia y con un altillo, para poder disfrutar al máximo de espacio de juego y estudio. El salón y cocina se sitúan de forma que se amplía el espacio de día con el porche de la entrada y el jardín,
Recuperación del agua de lluvia
Un gran canalón central, situado entre las dos cubiertas, recoge el agua de lluvia y la lleva a los antiguos pesebres, recuperados como aljibe para el riego.
Los grandes pilones y las grandes vasijas de la antigua bodega, también se transforman en un dispositivo de recogida de agua de la cubierta, de lluvia, cerrando así el ciclo natural de sol, agua y tierra.
Aprovechando las estructuras existentes
Los muros de piedra se estabilizaron con un zuncho perimetral armado y hormigonado con cemento blanco, y las soleras se ejecutaron con cal hidráulica NHL-5 armadas con fibras de polipropileno y mortero de nivelación.
La piedra se ha rejuntado con un mortero de arcilla mezclada con fibras vegetales, sobre este mortero se ha pulverizado un silicato en cuatro manos, para evitar el lavado del rejuntado de las piedras y evitar el envejecimiento prematuro de la fachada, poniendo en valor la belleza de los muros tradicionales de esta región.
La cubierta
La morfología de la cubierta se invierte, de limatesa a limahoya, para recoger las aguas y abrirse al sur, a la captación solar y la instalación de las placas solares.
Se trata de una cubierta ventilada constituida por unos cajones prefabricados de madera; se ejecutaron en taller con un preciso levantamiento y un corte por control numérico para que cuadre exactamente con el perímetro de piedra, y con un espesor de 20 cm en el interior de los cajones que se rellenaron de celulosa insuflada.
Impluvium
El ciclo del agua es un ciclo cerrado, y aunque en inicio se pensó una posible recuperación de agua de lluvia del tejado para reutilizarla en los baños ubicados bajo el canalón, finalmente sólo se derivó la recogida de aguas a los pesebres, y para riego, aunque sí que existe una red separativa de aguas grises, negras y de lluvia, para su posible uso para riego en el jardín o reciclaje.
En cuanto al agua caliente sanitaria, se proyectó un sistema de placa solar bajo teja como sistema de apoyo a la caldera GLP que sirve al ACS y a la calefacción de muro radiante que aprovecha la inercia de los muros de piedra existentes y se distribuye homogéneamente por la casa pero con circuitos separados.
Las paredes interiores
Las paredes interiores se revocaron con arcilla, excepto las paredes soterradas, que se revocaron con un mortero altamente transpirable de cal, ya que durante la demolición se pudo observar que había indicios de humedad.
La arcilla se obtuvo de una parcela situada a menos de 5 km de la obra, se dosificó para un buen agarre al muro de mampostería y para que no se produjeran desprendimientos posteriores; se preparó en la propia obra.
Pinturas, barnices, tratamiento de la madera
La pintura a la cal se elaboró con árido de mármol Macael impalpable, dosificado y mezclado con un aditivo de sal común para que evitar posibles manchas como consecuencia de la lenta carbonatación de la cal. La madera se ha tratado con aceites naturales de la casa ecoquimia.
De la mula a la cuna
El pavimento de toda la casa es un suelo de baldosas de barro artesanas, elaboradas con la ayuda de una mula, en una pequeña población de Ávila, a 150 km de la obra.
Además del apoyo a la artesanía local se minimizó el consumo energético en la producción del material.
Y huele a enebro…
La carpintería interior se fabricó con tableros de OSB 3 estructural y madera de enebro procedente de la antigua estructura de la cubierta del edificio.
Toda la estructura y carpintería de madera se trataron con aceites vegetales, favoreciendo la transpiración de la madera por el tratamiento a poro abierto.
Cada pieza de la carpintería se realizó en nuestro taller, utilizando los materiales de la construcción previa; con las vigas preexistentes se realizan las puertas de paso y los lavabos.
Casa sana, sueño sano
Todos los materiales empleados han sido escogidos para ser una casa sana, pero ¿qué pasa con las geopatías del lugar? En una rehabilitación con una geometría tan limitada es muy difícil considerarlas, pero siempre lo hacemos al proyectar y no queríamos dejar de tener esa información. De hecho, se volvió fundamental en la decisión de ampliar la habitación de juegos, para decidir en qué lugar se colocaba la habitación. Una prospección de telerradiestesia nos ratificó que el lugar correcto sería lindando con el salón, y ahí ubicamos la cama, en un altillo que duplicaba el espacio habitable.
También la instalación eléctrica se ha realizado con la consciencia de los posibles daños por electropatías de los electromagnetismos, utilizando cable apantallado y una distribución de la red eléctrica en espina de pez, evitando pasos por las cabeceras de las camas.
Reciclar y reutilizar
Con nuestro empeño en una construcción sostenible, de la cuna a la cuna, y junto con la familia MandM, pensamos en el aspecto de la recuperación de todo el material posible y reutilizar. De forma que parte de la carpintería, como las puertas y las encimeras del baño se realizaran con las antiguas vigas de la cubierta, las tejas se convierten en luminarias, los pilones, vasijas y abrevaderos como depósitos para recupar el agua de lluvia.
Buscamos materiales locales, con arcillas de lugares cercanos, las baldosas del suelo con un artesano de un pueblo próximo al lugar, y las ventanas, de una empresa del pueblo colindante.
Material esencial invisible
La casa MandM es un proyecto que se ha realizado sobre todo con un material esencial: cariño, cuidado y emoción. Cada detalle ha sido pensado para ser respetuoso con la naturaleza, para respetarla, personas y materiales. La madera retirada de cubierta se le ha dado una segunda vida, agradeciendo su existencia, su historia y su energía, y así ha recuperado el olor a enebro. Los muros se han mantenido, y se les ha dado un rol fundamental para mantener la casa caliente, son el “hogar” que calienta. Lo nuevo es la luz, el gran baño de luz del ventanal del sur, que calienta el suelo de barro en invierno, y lo protege en verano con sus contraventanas de madera quemada. Una casa pasiva para el descanso físico y emocional de la familia M&M.
- Ficha de materiales
- Suelo: baldosa de barro artesanal cocida
- Solera: Losa de hormigón blanco en masa armada con fibras de polipropileno
- Aislamiento: celulosa insuflada en cajones prefabricados
- Aislamiento paredes exteriores existentes: celulosa insuflada en cámara
- Calefacción: caldera de gas GLP y muro radiante con panel solar bajo teja
- Cocina de butano.
- Carpintería: Ventanas de aluminio Romivic
- Contraventanas: Madera de cedrus japónicas carbonizada con Sousugiban
- Electricidad: cables apantallados
- Fontanería: separación de aguas, polipropileno y polietileno. PEX.
- Revestimiento interior : revocos de arcilla local y pintura a la cal con marmolina impalpable
- Tratamiento de la madera: aceites naturales de la casa Ecoquimia
Arquitecta: Ángela Ruiz Plaza
Aparejador: David Fernández-Camuñas
Constructora: Atipical proyectos&bioconstrucción SL, Daniel Jabonero Sánchez